De día en día: 365 verdades por las cuales vivir (Emocionales) (Spanish Edition) - Softcover

MacDonald, William

Softcover

ISBN 10: 8482670603 ISBN 13: 9788482670607

Publisher: CLIE, 2009

Synopsis

William MacDonald, consagrado siervo de Dios y expositor de la Palabra, ofrece un versículo para cada día del año. Este libro ha sido escrito para todo estudiante de la Biblia y contiene una porción reflexiva para guiar al estudiante a vivir a la luz de la Palabra.

About this title

From the Back Cover

William MacDonald, consecrated servant of God and expositor of the Word, offers text for every day of the year. It is written for every student of the Word and contains a reflective portion to guide the student towards living in the light of the Word.

Excerpt. © Reprinted by permission. All rights reserved.

De da en Da

365 Verdades por las cuales vivir By William MacDonald

Zondervan

Copyright © 2007 Editorial CLIE
All right reserved.
ISBN: 978-84-8267-060-7

Chapter One

enero 1

Este mes os ser principio de los meses; para vosotros ser ste el primero en los meses del ao. (xodo 12:2)

Los propsitos del nuevo ao son buenos pero frgiles, esto es, se rompen fcilmente. Las oraciones de Ao Nuevo son mejores; ascienden al trono de Dios y ponen en movimiento las ruedas de la respuesta. Al llegar al comienzo de otro ao, haremos bien en apropiarnos de las siguientes peticiones:

Seor Jess, este da me consagro a Ti una vez ms. Deseo que tomes mi vida este ao que empieza y que la emplees para Tu Gloria. "Que mi vida entera est consagrada a Ti, Seor".

Te pido que me guardes del pecado, de cualquier cosa que deshonre Tu Nombre.

Hazme dcil por el Espritu Santo. Quiero avanzar hacia Ti. No permitas que quede atrapado en un bache a la mitad del camino.

Sea mi lema este ao: "Es necesario que l crezca, y que yo menge". Toda la gloria sea para Ti, y aydame a no tocarla.

Ensame a hacer de cada decisin un asunto de oracin. Me aterroriza la idea de apoyarme en mi propia prudencia. "Conozco, oh Jehov, que el hombre no es seor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos" (Jer. 10:23).

Muera yo al mundo y aun a la aprobacin o censura de los que amo o de mis amigos. Dame el deseo nico y puro de hacer las cosas que agradan a Tu corazn. Gurdame de murmurar y criticar a los dems. Ms bien aydame a hablar lo que es edificante y provechoso.

Guame a las almas necesitadas. Sea yo amigo de los pecadores, as como T lo eres. Dame lgrimas de compasin por los que perecen. "Mirar a la multitud como mi Salvador la vio, hasta que mis ojos de lgrimas se llenen. Contemplar a las ovejas errantes con dolor, y por amor a l, las amar".

Seor Jess, no permitas que me vuelva fro, amargado o cnico a pesar de todo lo que pueda pasarme en la vida cristiana.

Guame en la administracin de mi dinero. Aydame a ser buen administrador de todo aquello que me has confiado.

Aydame a recordar momento a momento que mi cuerpo es templo del Espritu Santo, y que esta tremenda verdad influya en toda mi conducta.

Y, Seor Jess, pido que ste sea el ao de Tu retorno. Anso ver Tu rostro y caer a Tus pies en adoracin. Durante el ao que empieza, que la esperanza bendita se mantenga fresca en mi corazn, librndome de todo lo que pudiera detenerme aqu, y gurdame en la cspide de la esperanza. "Ven, Seor Jess!"

2 enero

Antes bien con humildad, estimando cada uno a los dems como superiores a l mismo. (Filipenses 2:3b)

Estimar a los dems ms que a uno mismo no es natural; la naturaleza humana cada se rebela ante un golpe tan duro a su ego. Es humanamente imposible; no tenemos el poder en nosotros mismos para vivir una vida tan despegada del mundo. Pero es divinamente posible; el Espritu Santo que habita en nosotros nos capacita para negarnos al yo a fin de que otros puedan ser honrados.

Geden ilustra el texto que estamos considerando. Despus de que sus trescientos hombres haban derrotado a los madianitas, llam a los hombres de Efran para dar el golpe final. Cortaron la ruta de escape y capturaron a dos prncipes madianitas. Pero se quejaron de que no les hubiesen llamado al comienzo de la batalla. Geden respondi que el rebusco de las uvas de Efran era mejor que la vendimia de Abiezer (Jue. 8:2), esto es, la operacin de limpieza conducida por los hombres de Efran, result ser ms notable que toda la campaa dirigida por Geden. Este espritu de desprendimiento apacigu a los de Efran.

Joab mostr una gran generosidad cuando captur Rab y luego llam a David para que viniera y administrara la copa de gracia (2 S. 12:26-28). Joab qued muy satisfecho de que David se llevara el renombre de la victoria. ste fue uno de los momentos ms nobles en la vida de Joab.

El apstol Pablo estimaba a los filipenses como superiores a l mismo. Manifest que lo que estaban haciendo era un sacrificio significativo a Dios, mientras que l no era nada ms que una libacin derramada sobre el sacrificio y servicio de su fe (Fil. 2:17).

En tiempos ms recientes, un amado siervo de Cristo estaba a punto de subir a la plataforma, esperando en una antesala junto con otros distinguidos predicadores. Cuando finalmente apareci, una estruendosa ovacin tuvo lugar, pero rpidamente se hizo a un lado para que aquellos que le seguan recibieran el aplauso.

El ejemplo supremo de auto-negacin es el Seor Jess, quien se humill a s mismo para que nosotros pudiramos ser exaltados. Se hizo pobre para que fusemos enriquecidos. Muri para que pudiramos vivir.

"Haya, pues, en vosotros el mismo sentir que hubo tambin en Cristo Jess".

enero 3

No juzguis segn las apariencias, sino juzgad con justo juicio. (Juan 7:24)

Una de las debilidades ms profundamente arraigadas en la humanidad cada es la tendencia persistente a juzgar segn la apariencia. Juzgamos a una persona por lo que vemos. Juzgamos a un automvil usado por la chapa. Juzgamos a un libro por su portada. Nos decepcionamos y a pesar de tantas veces que quedamos desilusionados, tercamente rehusamos aprender que "no todo lo que reluce es oro".

En su libro Hide or Seek, James Dobson dice que la belleza fsica es el atributo personal que ms valoramos en nuestra cultura. Hemos hecho de ella lo que llama: "la moneda de oro del valor humano". As resulta que un nio hermoso se vea ms favorecido por los adultos que uno comn y corriente. Los maestros tienden a dar mejores notas a los nios atractivos. Se disciplina menos a los nios bonitos que a los dems. Los nios de aspecto ms sencillo estn ms sujetos a ser culpados por su mala conducta.

Samuel habra escogido al alto y guapo Eliab para ser rey (1 S.16:7), pero el Seor le corrigi: "No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehov no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que est delante de sus ojos, pero Jehov mira el corazn".

En la historia, el caso ms grave de un juicio equivocado ocurri cuando el Seor Jess visit nuestro planeta. Aparentemente no era atractivo en cuanto a su apariencia fsica. No tena atractivo, y cuando los hombres le vieron, no encontraron parecer en l, ni hermosura para que le desearan (Is. 53:2). No pudieron ver belleza en la nica Persona verdaderamente hermosa que jams haya vivido!

Con todo, l mismo nunca cay en la trampa terrible de juzgar segn la apariencia, porque antes de Su venida se haba profetizado de l: "No juzgar segn la vista de sus ojos, ni argir por lo que oigan sus odos" (Is. 11:3). En Su opinin, no es el rostro lo que cuenta, sino el carcter. No es la portada, sino el contenido. No es lo fsico, sino lo espiritual.

4 enero

No con ejrcito, ni con fuerza, sino con mi Espritu, ha dicho Jehov de los ejrcitos. (Zacaras 4:6)

Este versculo contiene la importante verdad de que la obra del Seor no se lleva a cabo por medio de la fuerza y el ingenio humano sino por el Espritu Santo.

Lo vemos en la cada de Jeric. No fue el ejrcito de Israel el que hizo que las muralls cayeran. Fue el Seor quien entreg la ciudad en sus manos cuando los sacerdotes tocaron las trompetas siete veces.

Si hubiera dependido de un enorme ejrcito, Geden nunca habra derrotado a los madianitas, ya que su ejrcito haba sido reducido a tan slo trescientos hombres. Y su armamento poco convencional consista en cntaros de barro con antorchas en su interior. Slo el Seor pudo haberles dado la victoria.

Elas elimin deliberadamente cualquier posibilidad de que la fuerza o el poder humano pudieran prender fuego al altar, derramando sobre l doce cntaros de agua. Cuando el fuego descendi, no hubo lugar a duda en cuanto a su origen divino.

Abandonados a su propio ingenio, los discpulos no pudieron pescar nada durante toda la noche. Esto dio oportunidad para que el Seor les mostrara que deban buscarle si queran ser verdaderamente eficaces en el servicio.

Es fcil que pensemos que el dinero es la necesidad ms grande en el servicio cristiano. En realidad, esto no es as, y nunca lo ser. Hudson Taylor tena razn cuando deca que no debemos temer a la falta de dinero, sino a la abundancia no consagrada del mismo.

O recurrimos a politiquera clandestina, a programas promocionales muy dinmicos, a la manipulacin psicolgica de la gente o a una astuta oratoria. Nos entregamos a vastos programas de construccin y a edificar un imperio de organizacin, pensando vanamente que stas son las claves del xito.

Pero la obra de Dios no avanza con el poder, ni con la fuerza, ni con cualquiera de estas cosas. Es con el Espritu del Seor.

Mucha de la llamada: "obra cristiana", en nuestros das podra continuar sin el Espritu Santo. Pero la verdadera obra cristiana es la que hace que l sea lo indispensable cuando se libra la batalla espiritual, no con armas carnales sino con oracin, fe y la Palabra de Dios.

enero 5

El pueblo que est contigo es mucho ... (Jueces 7:2)

Cada uno de nosotros tiene un deseo sutil por los nmeros y una tendencia a juzgar el xito por las estadsticas. Hay un cierto desprecio en torno a los grupos pequeos mientras que los grupos grandes demandan atencin y respeto. Cul debe ser nuestra actitud en esta rea?

Los grupos numerosos no deben menospreciarse si son el fruto de la obra del Espritu Santo. ste fue el caso en Pentecosts cuando casi tres mil almas entraron en el reino de Dios.

Debemos regocijarnos en los grupos numerosos si es que significan gloria para Dios y bendicin para la humanidad. Debemos desear ver grandes multitudes que eleven sus corazones y voces en alabanza a Dios, alcanzando al mundo con el mensaje de la redencin.

Por otra parte, los grupos numero sos son malos si conducen a la altivez o la soberbia. Dios tuvo que reducir el ejrcito de Geden para que Israel no dijera: "Mi mano me ha salvado" (Jue. 7:2). E. Stanley Jones dijo una vez que se senta reacio a nuestra: "pugna contempornea por las muchedumbres que conduce, como sucede, a un egosmo colectivo".

Los grupos grandes son malos si nos hacen depender del poder humano y no del poder del Seor. Probablemente ste fue el problema con el censo que levant David (2 S. 24:2-4). Joab perciba que los motivos del rey no eran puros y protest, pero en vano.

Las congregaciones grandes son indeseables si, para conseguirlas, bajamos el listn, comprometemos principios Escriturales, suavizamos el mensaje o fallamos en ejercitar santa disciplina. Siempre existe la tentacin de hacer esto si ponemos la mira en las multitudes en vez de ponerla en el Seor.

Los grupos grandes son menos que ideales si de ellos se deriva una prdida de comunin ntima entre unos y otros. Cuando los individuos se esfuman entre las multitudes, cuando estn ausentes y no se les echa en falta, cuando nadie comparte sus gozos y penas, entonces abandonamos el concepto total de vida corporativa.

Los grupos numerosos son malos si ahogan el desarrollo de los dones en el cuerpo. Es muy significativo que Jess escogiera a doce discpulos. Una enorme multitud hubiera sido difcil de manejar.

La regla general de Dios ha sido trabajar por medio del testimonio de un remanente. No le atraen las grandes multitudes ni rechaza a las pequeas. No debemos jactarnos de las grandes membresas, pero tampoco debemos contentarnos con minoras si stas son resultado de nuestra pereza e indiferencia.

6 enero

Y yo s que en m, esto es, en mi carne, no mora el bien ... (Romanos 7:18)

Si un joven creyente aprende esta leccin al comienzo de su vida cristiana, se ahorrar despus un mundo de problemas. La Biblia nos ensea que NO HAY NADA BUENO en nuestra naturaleza vieja, mala y no regenerada. sta no mejora un pice cuando nos convertimos. Tampoco cambia tras muchos aos de vida cristiana consistente. De hecho, Dios no est tratando de mejorarla. La ha condenado a muerte en la Cruz y desea que la mantengamos en esa condicin.

Si en verdad creo esto, me librar de una bsqueda intil. No buscar algo bueno donde Dios ya ha dicho que no existe. Me librar de la decepcin de no encontrar nada bueno en mi interior, sabiendo, en primer lugar, que no lo hay.

Me liberar de la introspeccin. Debo comenzar con la premisa de que en el yo no hay victoria. De hecho, ocuparme de m mismo es un presagio de derrota.

Me guardar del error de consejos psicolgicos y psiquitricos que enfocan todo en el yo. Semejantes "terapias" solamente agravan el problema en vez de resolverlo.

Me ensear a ocuparme en el Seor Jess. Robert Murray McCheyne deca, "Por cada vez que miras al yo, mira diez veces a Cristo". ste es un buen equilibrio! Alguien dijo que aun un yo santificado es un pobre sustituto para un Cristo glorificado. Y un himno dice: "Cun dulce es huir del yo y refugiarse en el Salvador".

Es muy comn en la predicacin moderna y en los nuevos libros cristianos, el llevar a la gente a una borrachera introspectiva, ocupndoles en su temperamento, su imagen propia, sus temores e inhibiciones. El movimiento en su totalidad es una tragedia de prdida de equilibrio y deja tras s una estela de escombros humanos.

"Soy demasiado malo para ser digno de pensar en m mismo; lo que deseo es olvidarme de m y mirar a Dios, quien s que es digno de todos mis pensamientos".

enero 7

Porque por fe andamos, no por vista (2 Corintios 5:7)

Alguna vez te has detenido a preguntarte por qu un partido de ftbol es ms excitante para la mayora de la gente que una reunin de oracin? Sin embargo, si comparamos los registros de asistencia, veremos que es as.

Podramos preguntar: "Por qu es la Presidencia del gobierno ms atractiva que el pastoreo de ovejas en una asamblea?" Los padres no dicen a sus hijos: "Come lo del plato y algn da sers pastor". No, ms bien les dicen: "Limpia el plato y algn da sers presidente".

Por qu es ms atractiva una exitosa carrera de negocios que la vida de un misionero? A menudo los cristianos desalientan a sus hijos para que no vayan al campo misionero, y se contentan viendo como crecen para ser "funcionarios titulados de empresas seculares".

Por qu es ms absorbente un documental de la televisin que el estudio de la Palabra de Dios? Piensa en las horas que pasas frente al televisor y los pocos momentos apresurados ante tu Biblia abierta!

Por qu la gente est dispuesta a hacer por dinero lo que no hara por amor a Jess? Muchos que trabajan incansablemente par aun a corporacin son letrgicos e insensibles cuando les llama el Salvador.

Finalmente por qu nuestra nacin llama mucho ms nuestra atencin que la Iglesia? La poltica nacional es multicolor y absorbente. En cambio, la Iglesia parece andar pesadamente y sin dinmica.

La causa de todas estas cosas est en que andamos por vista y no por fe. Nuestra visin est distorsionada. No vemos las cosas como realmente son. Valoramos ms lo temporal que lo eterno. Valoramos lo terrenal ms que lo espiritual. Valoramos la opinin de los hombres por encima de la de Dios.

(Continues...)

Excerpted from De da en Daby William MacDonald Copyright © 2007 by Editorial CLIE. Excerpted by permission.
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Edition details

• Publisher: CLIE
• Publication date: 2009
• Language: Spanish
• ISBN 10: 8482670603
• ISBN 13: 9788482670607
• Binding: Paperback
• Number of pages: 379